La herencia del Hanyu

Cheung-Koon Yim llegó a Uruguay en 1953, con 16 años. Aprendió español en el viaje en barco y cuando llegó estudió en la Facultad de Arquitectura.
Hoy en día, con cuatro hijos y tres nietos, el profesor Yim se siente 100% uruguayo. Pero luego de ver a sus mayores morir, se dio cuenta de que estaba perdiendo sus raíces. Para volver a acercarse a la cultura china, comenzó a dar clases de mandarín. Su nieta mayor, Lucía, es su alumna preferida.

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